Cuando nos enfrentamos al sin sentido de la vida uno se pregunta ¿Para qué resistir? Resistir, perdurar, salvar. ¿Por qué resistir a los dolores, a las tristezas? Si la vida es una sucesión de despedidas, de pérdidas ¿Para qué resistir? ¿Por qué levantarse cada mañana aun cuando no tenemos motivos para hacerlo? ¿Solo por un acto de fe? Fe en que resistiendo algo mejor llegará. De todas formas, luchar es más divertido que dejarse vencer. Bien, estoy lista para volver a la resistencia. Puede que no tenga motivos para sonreír pero sí para levantarme por las mañanas.