No creo que te merezcas un perdón, no creo que te merezcas que te diga 'te quiero' una vez más, no creo que te merezcas una mano que te ayude a levantar cuando hayas caído, no creo que merezcas un 'aquí me tienes para lo que quieras', no creo que te merezcas una persona que te quiera todos los días que le quedan de vida, no creo que te merezcas ser feliz después de todo lo que has echo sufrir a la gente, y no solo a mí.
No quiero creer que todo lo que paso fue una mala racha de mi vida, porque si de una cosa estoy segura es que tu apareciste en mi vida como por arte de magia y fuiste tu quien poco a poco se quiso meter en ella. Yo no te obligue, ni hice actos que te asegurasen que te quería en mi vida, pero tu te consideras lo mejor y lo más bello de este planeta. Jugué con tu pelo, toque tus labios, observe tu sonrisa, y saboreé tu boca mil veces. Sentí que yo era tuya y tu eras mío, pero resulto ser que yo era una más, una más que pasó por tu estúpida vida, y sigo aquí, pensando que en cualquier momento, me hablarás y dirás 'lo siento por todo lo ocurrido, yo te quiero' y te juro que ese día será el fin de todo este sufrimiento que llevo acumulado meses en mi, que no me hace ser la que normalmente era, y que hace que tenga una risa histérica por no ir llorando por las esquinas, vagando como si un mendigo me tratase.
Quiero decir que no te quiero, pero tengo un rencor y una rabia que me reconcome por dentro. Llevo sin saber de ti meses, pero sigo pensando todos y cada uno de tus actos cada día, sigo leyendo la conversación en la que me decías cosas lindas sobre mi, que yo era especial, pero no, no estas, te has ido y me has dejado sola, una y otra vez. He perdonado cosas que cualquier persona normal no hubiese perdonado, quizás por que eran ya demasiadas cosas juntas, pero fue ahí cuando me di cuenta que el amor te ciega, te ciega de una manera tan fuerte que te hace no ver lo que está pasando a tu alrededor, y solo le ves a él, a esa persona que amas, pero que te hace sufrir con sus gestos, sus acciones, sus engaños. He asegurado mil veces que no te iba a querer más, y aquí estoy, sin quererte. Lo que sí, no puedo asegurar que cuando vuelvas otra vez, caiga en tus ojos y tu sonrisa, y te vuelva a querer con tanta intensidad como antes te quería.